Fundamento Teórico

Santiago de Chile, Junio 2019

Andrés Billikopf

Fundamento Teórico sobre su obra

El arte es un lenguaje muy complejo que permite al ser humano desarrollar el pensamiento y expresar sentimientos de una forma abierta, profunda y única. Como seres humanos, está en nuestra naturaleza, el pensamiento, la memoria y la conciencia. Esto nos permite ser sociales. Tenemos esa necesidad intrínseca, ya que de ello depende nuestra sobrevivencia como especie. Esta interacción se realiza con el lenguaje, y mientras más amplio es, mejor podemos conocernos a nosotros mismos y a quienes nos rodean. Para mi es clave comprender esto, ya que llena de sentido dedicar la vida al arte. 

Cuando realizo una escultura, simplemente la hago. No la pienso, sino que aflora de lo mas adentro de mi ser. A medida que la estoy realizando empiezo a tener un diálogo con la obra, lo que se transforma en meditación, análisis y contemplación de pensamientos y sentimientos.

Siempre trato de recordar cuando era niño, y solo dibujaba por una cuestión natural. Esa necesidad de objetualizar lo abstracto es innata en el ser humano. Inicia con el lenguaje corporal, continúa con el lenguaje hablado, escrito, la música 

y las artes gráficas. De alguna u otra forma necesitamos transformar constantemente la realidad. De esa forma nos volvemos creativos, ya que jamás estamos mimetizando la realidad con el lenguaje, sino que constantemente estamos representando la realidad. Con el objetivo de entablar una comunicación con nosotros mismos, y con quienes nos rodean. Por eso el ser humano, en su capacidad de pensar transforma la realidad en representación y con ello se convierte en un creador.

De niño, solo dibujaba sin preocuparme de respetar proporciones, sin tratar de reproducir la realidad tal como la veía, sino que al contrario, constantemente intentaba modificar la realidad desde el sentimiento y el pensamiento libre y espontáneo. Pero a medida que uno crece e ingresa a las instituciones, nos empiezan a coartar la libertad creativa, y empiezan a valorar el arte, según su nivel de parecido con la realidad. Cuando somos adultos el mercado convierte el arte en objeto de consumo, decoración, demostración de estatus y lo peor de todo es que se empiezan a valorar por lo bellos o feos que puedan ser. Olvidándose tanto artista como consumidor, del verdadero propósito del arte.  Es por eso, que constantemente intento alejarme de todo esto, y trato de volver a sentirme como un niño al realizar una obra de arte. Eso me permite sentir la obra de forma real y natural.

Justamente en esa búsqueda de creación de una nueva realidad en el arte, es que me he alejado del dibujo y la pintura, ya que no son suficientes en su bidimensionalidad. La escultura permite disfrutarla en sus múltiples caras.  Dependiendo del ángulo en que la veas, puede incluso ser una obra completamente distinta. Es esa complejidad en la que el lenguaje artístico se vuelve tremendamente rico y diverso. Además la escultura se debe sentir con el tacto, recorriendo sus distintas superficies y vacíos espaciales. El arte debe ser una experiencia multisensorial, por eso es que prefiero realizar esculturas.

Como el arte es  una manifestación del lenguaje, debiese estar expuesta en lugares públicos donde pueda cumplir su objetivo.  Por eso es que intento realizar obras escultóricas para espacios públicos. Ahí es donde obtienen mayor sentido.  Por otro lado, creo que es un deber del artista, mostrar su obra como pueda, y si no tiene la posibilidad de hacerlo en espacios públicos, podemos aprovechar esta era de explosión tecnológica, para mostrar nuestro arte a través de las distintas plataformas virtuales. Y estar dispuesto al diálogo con los espectadores de las obras y con nosotros mismos.


Finalmente busco comprender mejor a la sociedad y con ella yo incluido, a través de desarrollar un lenguaje artístico, con el que me permito reflexionar y sentir, abriendo preguntas, para abrir diálogos. Jamás busco apuntar a obras cerradas, donde el mensaje esta clarísimo, y se convierte en una afirmación. Lo que no permite mucho diálogo, al contrario, lo cierra, e invita al espectador a olvidarse de la obra que ha visto. Una obra de arte, debe ser una invitación al diálogo tanto interno como social. Jamás debiese ser vista por lo linda o fea que se podría ver en el living de una casa. Por que cuando eso sucede muere el Arte.